Todo lo que nunca fuimos - Alice Kellen


 Hola amiguillos, espero que estén bien. Si, desaparecí por un moooonton de tiempo (como suelo hacer seguido) pero no, esta vez no voy a prometer permanencia porque sabemos que no es así. Hasta quizás rompemos la racha y termino quedándome por un montón de tiempo, que ojala sea así porque esto es algo que disfruto de hacer. Soy tan poco perseverante que dudo seriamente sobre eso peeeero bueno. No es ningun misterio que les traigo hoy: "Todo lo que nunca fuimos" "Todo lo que somos juntos". Estos libros de la magnifica Alice Kellen estan en mi top de libros fav por siempre, son tan delicados, dedicados y están tan llenos de amor que es inevitable que no ocupe uno de los primeros puestos.






Todo lo que nunca fuimos


Primera parte de la bilogía "Deja que ocurra" de Alice Kellen:

Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.
Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni de que toda su vida está a punto de cambiar.
Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.

La segunda parte de "Deja que ocurra", Todo lo que somos juntos, se publicará el 30 de abril de 2019.



Todo lo que somos juntos

Tras el éxito de Todo lo que nunca fuimos llega el desenlace de la Bilogía «Deja que ocurra». ¿Qué pasará con Axel y Leah?

Han pasado tres años desde la última vez que se vieron. Ahora, Leah está a punto de cumplir su sueño de exponer en una galería.
Y, pese al pasado, Axel necesita formar parte de un momento como ese.
Cuando sus caminos vuelven a cruzarse, Leah tiene que tomar decisiones que pueden cambiarlo todo, porque, a pesar de lo que ocurrió, los recuerdos de toda su vida siguen ahí; intactos, bonitos, únicos. Colándose en cada grieta que aún no ha cerrado.

Porque él sigue siendo el chico que aún no ha olvidado.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.


   No sé si es evidente o no la leve (no tanto) obsesión que tengo con Alice Kellen. Definitivamente, mi vida sería mucho más sencilla si esta mujer creara historias un poco más ordinarias, difícil de engancharse o incluso algunos tontos clichés que suelen verse por ahí, pero no, ella se empeña en enamorarme con cada cosa que escribe, cada personaje que crea y cada palabra que brota de su mente. Y voy a dejar claro que ‘todo lo que nunca fuimos’ y ‘todo lo que somos juntos’ ocupan el segundo lugar en mi top de sus libros favoritos.

Entonces, yendo hacia el punto que nos trae hoy, voy a hablarles sobre todo lo que me pasó cuando leí estos libros. Solamente voy a basarme en el primero, quizás haciendo algunos guiños en el segundo, pero quiero evitar la mayor cantidad de spoiler posibles. Si quieren puedo hacer una entrada en donde hable con lujo de detalles sobre todo y podamos hablar de ambos. Pero para aquellos que no han terminado aún con esta bilogía (que no sé qué están esperando) vamos a hacer esta reseña sin un solo spoiler.

Alice, en esta entrega nos deleita con una experiencia completa: música e imágenes que sirven para acompañarnos durante la lectura. Esto no quiere decir que la novela tenga incorporada imágenes, si no que su tablero de Pinterest es pura hermosura y que complementan enormemente nuestra trayectoria por el libro. En cuanto a lo que es la música, Alice nos deja tres canciones de los Beatles para tres capítulos particulares en las que se inspiró para escribir dichas partes y que podamos disfrutar el trayecto de la música y la lectura conjunta. Los personajes tienen mucho de ambas cosas así que vamos por ellos:

Leah y Axel, nuestros protagonistas en esta peculiar historia, son dos personas que se conocen desde hace mucho tiempo. Específicamente, desde que este muchacho relajado y surfero se muda a la hermosa playa Australiana conocida como: Byron Bay. Si bien, ambos se complementan de una forma genuina y poco forzada, quiero hacer hincapié en cada uno de ellos porque están tan bien creados y desarrollados que es imposible mencionarlos por arriba. Incluso, hasta me genera cierto malestar que ellos no sean personas reales de carne y hueso, sino que el resultado de la imaginación de nuestra adorada (pensándolo bien, no se si tanto) Alice.


 

Por un lado tenemos a una Leah de 19 años marcada por la tragedia. Ella pasa por una de las situaciones más dolorosa por lo que puede pasar alguien a esa edad o, convengamos, a cualquiera: la muerte de sus padres. Esta familia media hippie, por decirlo de alguna forma, se ve quebrada por un accidente automovilístico que se cobra la vida de las dos cabezas de la familia, dejándola a ella y a Oliver, su hermano, solos en el mundo. Para Leah, el fallecimiento de sus padres la lleva a hacer un giro drástico en su vida. Ella era una persona alegre, con las ganas de vivir a flor de piel, era (es) una gran artista capaz de hacer cualquier cosa sobre un lienzo y oleos, pero todo queda atrás cuando ocurre ese terrible suceso. Es como si ella fuese sumida dentro de un agujero negro del que no puede salir, y se ve claramente cuando todo lo que dibuja o pinta no sale de ese color (negro). Es como si sus padres se hubiesen llevado una parte de ella cuando murieron. Todo su dolor, su angustia es palpable a lo largo de la historia, como a ella le cuesta poder salir adelante, volver a encontrarse con sus amigos, tener la relación que tenían antes con Axel. Yo, particularmente, nunca pase por una situación semejante pero leyendo cada cosa que salía de ella era imposible no ponerme en su lugar y que doliera tanto emocional como físicamente.

Pero ahí estaba Axel para ella. Si bien es una relación complicada porque él es unos cuantos años más grande que ella y el mejor amigo de Oliver, es de las más bonitas y sanas que leí. Axel es el chico que se muda a la ciudad de niño y se compenetra tanto con ella que termina siendo ese chico bohemio que le gusta el surf y la vida relajada. Vive en una casita cerca de la playa. En algún momento, a lo largo de la historia, se ve enredado viviendo con la hermana pequeña de su mejor amigo, hermana que no es la misma que era antes, con la que se vuelve difícil tratar, con la que no se puede tener una conversación, que es tratada con fragilidad. A pesar de todo, de que él no quiere la responsabilidad, a pesar de que ella no quiere salir de ese lugar oscuro, Axel hace todo lo posible porque vuelva a ser la chica que era antes del accidente. Y se encuentra con resistencias, caprichos, lágrimas, risas, amor, sexo… Y hasta ahí llego.

Es importante recalcar que Axel tampoco lleva bien la muerte de los padres de sus amigos. El padre es quien lo impulsaba a que creara, que dejara fluir toda su creatividad plasmándola en un lienzo. Para él era super difícil porque sentía que no tenía la capacidad de crear como la tenían ellos pero lo intentaba con su fortaleza y la confianza que este buen señor le brindaba. Pero entonces, cuando muere, él ya no encuentra esa capacidad para volver a pintar, por lo que se dedica al diseño gráfico que quiera o no, lo hace bastante infeliz porque no es lo que quiere. Y a pesar de que está transitando por un momento duro él hace todo lo posible por que Leah salga de esa oscuridad que la embarga.

Si hay algo que me quedo más que claro es el hecho de que ambos juntos son música, arte y submarinos, no hay nada como leerlos. Son todo lo que esta bien.



Y es que son tan lindoooos que se me hace imposible salir de ahí para hablar de otra cosa pero voy a hacer el intento. Los personajes secundarios son todo lo que están bien, Oliver por quien Leah se va a vivir con Axel, el hermano de él, los padres de ambos. Están tan bien desarrollados y son tan acertados que duele. Me encanta que no sean personas al azar que entran y salen de una historia porque si, si no de que tengan un porque, un propósito. Todos tienen un momento en la historia, tiene un porque aparecer y un dialogo que no es simplemente relleno. Las situaciones no están puestas porque sí, todo gira alrededor de un objetivo que está claro desde el principio, el hecho de que su hermano la sobreproteja, el que Axel le exija más de lo que hacen todos a su alrededor, cada escena triste, feliz, cada parte en la que se habla de sexo o de arte, o ambas, todo está puesto ahí tan estratégicamente que parece que todo sucedió realmente y no es un libro de ficción. 

Demás esta hablar de que la prosa de Alice ayuda (muchísimo, si tenemos que aclarar) a que todo esto no sea tan ficción como realmente lo es. No sé, me gustaría hablar y mostrar tantas cosas que necesitaría años para hacerlo porque es imposible abarcar todo lo que estos libros me generaron. Preferiría que ustedes, si aún no lo leyeron, lo hagan y me comenten que es lo que les pareció. Así mismo, y recalcando el amor que siento por estos libros, les comento que si bien leí los ebooks (porque lastimosamente no llegaron a Argentina aun, o eso es lo que yo creo) también me tome el tiempo de escuchar los audiolibros que son una cosa de otro mundo. Definitivamente, me encanto tener la experiencia completa sobre estos bebes.

Si leíste el libro y escuchaste los audiolibros o alguna de estas dos cosas y te quedaste con ganas de más, en este link te dejo el enlace directo a un Epilogo extra con el que Alice (definitivamente, amada) nos deleita.

Espero que tengan dulces lecturas, que disfruten de este libro si les interesa leerlo y que me dejen en los comentarios que les pareció. Esta demás decir que es un cinco sobre cinco. Nos leemos pronto, amiguillos. No olviden seguirme en Instagram para más novedades @Librosdeblanca.

Un beso enorme.


You Might Also Like

0 comentarios